EL Rincón de Yanka: ZOOFILIA EMOCIONAL NO BESTIALISTA - HUMANIZACIÓN ANIMAL Y MISANTROPÍA

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domingo, 3 de agosto de 2014

ZOOFILIA EMOCIONAL NO BESTIALISTA - HUMANIZACIÓN ANIMAL Y MISANTROPÍA

                                Moda Canina
ZOOFILIA EMOCIONAL 
NO BESTIALISTA 
HUMANIZACIÓN ANIMAL

Advierten que vínculo exagerado entre el amo y el animal puede ser perverso. Hablarles y vestirlas es una cosa, pero caer en una patología es otra. (ANA MARTÍNEZ)

Las ciudades se están convirtiendo en PERROLANDIAS. Hemos pasado del antropocentrismo al CANICENTRISMO O PERROCENTRISMO. Los jardines, las aceras, las playas, los buses al servicio de los perros. 

Los antiguos griegos conocían de los Cinocéfalos gracias a las representaciones de artistas egipcios. Todas las entidades fantásticas de la cultura egipcia eran miembros de la jauría de los Cinocéfalos. Como Anubis, el dios de los muertos quien era representado con la cabeza de un chacal, también Upuaut, la deidad que abre el camino para los muertos era dibujado con la cabeza de un perro negro.

"En los hechos se puede considerar ya perverso un vínculo que busca desnaturalizar al otro de su ser fundamental", señaló el psicólogo y docente de la Universidad Andrés Bello, Adrián Baeza.



En el caso puntual del exagerado apego hacia los animales, señaló que humanizar una mascota tiene su contraparte, porque una persona producto de este tipo de relación puede terminar "deshumanizada".



LA SOLEDAD

Indicó que la soledad de algunas personas es la que favorece este tipo de conductas, porque la relación que se establece con los animales se basa en la necesidad de recibir algún tipo de gratificación de ellos por el cuidado que se les entrega, "atenciones que pueden excederse en personas tal vez algo solitarias que necesitan establecer un vínculo".


El tema está en el tipo de vínculo que se logra. "Generalmente se trata de uno que les de seguridad, que puedan manejar ellos mismos". En esta relación hay dos peligros, explicó el psicólogo. "Uno de ellas es esta "humanización" de la mascota, a la cual se trata como un bebé o un niño, que tiene sus cosas, su pieza, se le habla y se remeda una interacción humana con él".

La humanización de los animales, atribuirles sentido y derechos humanos, sustituir el trato humano y las relaciones sexuales como el simple abrazo o el contacto afectivo por el animal producido por un vacío emocional y misántropo.



HASTA A LA MESA


Esto puede ir a extremos más allá del simple hablarles, se les sienta a la mesa, se les viste, se le lava los dientes o se los hace usar pañales".
"El otro riesgo es que la relación con una mascota aísle de lo humano a su dueño, como generalmente ocurre (MISANTROPÍA). Así dicen que prefieren la compañía de los animales a las personas y se vuelca no solo un amor tierno hacia ellos sino que se puede caer en algún tipo de patología parafílica, es decir de vínculo sexual, como son la zoofilia, impulso erótico organizado hacia los animales", concluyó. 


"Cada vez hay más misántropos que solo viven
para y por sus mascotas".
Yanka




Pues hagamos cotizar, o pagar un impuesto , a los dueños de mascotas y solucionamos la subida de las pensiones.
La deshumanización de nuestra sociedad ha terminado provocando el fenómeno social del coleccionismo compulsivo de mascotas.Para muchas personas la mascota es un sustitutivo de la compañía humana y del cuidado de los hijos,porque la relación con el animal permite huir de la realidad compleja de las relaciones humanas, donde hay que negociar,mientras que el animal ofrece la alternativa de tener un esclavo,que jamás cuestionada tus decisiones.El exceso de perros en las ciudades exige a las autoridades tomar las siguientes medidas: un censo de ADN canino,para controlar y multar a los dueños de perros que no recogen las deposiciones.Impuestos por el impacto medioambiental de las mascotas.Y alternativas de relación con otras personas solitarias que compensan sus carencias afectivas con sus esclavos animales.

VER+:

La relación del hombre con sus animales próximos ha sufrido una extraordinaria evolución desde los primeros tiempos en que dichos animales -sobre todo los perros- servían para la limpieza de los desperdicios, para la guarda de los rebaños o para ser comidos por el hombre en ocasiones. Pero hoy ha surgido la figura de los animales familiares, que dan compañía a sus dueños, como los perros y gatos que abundan en las grandes ciudades. Y entre ellos y sus amos se establecen unas relaciones mucho más ambiguas y equívocas, según expone el autor de este trabajo. En efecto, desde la educación hasta la sexualidad, estas relaciones son una especie de metáfora del fracaso de los sistemas educativos. El animal no se va de casa, y es fiel, es castrado frecuentemente, y sirve para su función, en tanto en cuanto "sigue siendo un niño" que no crecer jamás. En estos años se ha multiplicado la bibliografía sobre los animales domésticos, bibliografía que reproduce casi con exactitud la ya existente sobre la formación y cuidado de los hijos. En su tesis, Paul Yonet habla de que se se humaniza e infantiliza a los animales que así se desnaturalizan, mientras en el hombre se produce el efecto justamente contrario, ya que insospechadamente se animaliza.

...nos revelan la deshumanización activa del hombre (deshominización) y la desnaturalización del animal en dos etapas (según sea sujeto u objeto de la alimentación). La situación imaginaria del hombre con respecto a su propio planeta, con respecto a las otras especies (animales o todavía desconocidas) y con respecto a sí mismo (los otros hombres), se ve completamente trastornada en términos de una generosidad desestabilizante y autodegradante. Detrás de este ridículo sobrehumanismo -consecuencia extrema del altruismo: el hombre ha dejado de estar en el hombre- asoma un antihumanismo absolutamente inesperado, pero que no por ello deja de pertenecer a nuestra época: El hombre no es ya más que un perro para el hombre.