EL Rincón de Yanka: Escuché Tu Voz y respondí: ..... ..... ¡Aquí estoy Señor!

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martes, 21 de agosto de 2007

Escuché Tu Voz y respondí: ..... ..... ¡Aquí estoy Señor!

Me llamaste y escuché Tu voz.
Dijiste mi nombre y conocí Tus palabras.
Me convocaste a la aventura de la fe
y me aseguraste Tu presencia y compañia.
Tu palabra, transparente, actual, interpelante,
me salió al encuentro en la lectura de la Biblia.
La oración compartida con mis hermanos
me fue mostrando el camino.
.
Un oído en Tu Palabra, el otro en las cosas que pasan.
Muchos que anduvieron antes, estos pasos,
me alentaron con su ejemplo y con su entrega.
Otros tantos, anónimos constructores del Reino,
me animan, a diario, a seguir adelante.
.
Escuché Tu palabra, viva, presente, estimulante.
Diáfana y clara en las luchas de tantos que buscan la verdad,
la justicia, que vuelva la honestidad
y que se acabe la corrupción y la impunidad
que nos degrada la vida.
.
Te escuché, tan cotidiano y cercano
en las voces acalladas de tantos que buscan
un trabajo y un sustento.
Me salisTe al encuentro en la palabra
de tantos que anunciaban, no las suyas,
sino las Tuyas, a veces, con firmeza,
a veces, balbuceantes, a veces, con silencios.
.
Me encontré con Tu Palabra capaz de generar vida nueva,
esperanza de Reino, solidaridad activa,
manos unidas por un mundo nuevo.
Me saliste al encuentro, caminasTe a mi lado,
me mostrasTe el camino.
Y escuché Tu voz, que me repite todas las mañanas,
que para ser discípulo, no alcanza,
ni sirve conocer mucho o repetir Señor, Señor,
porque lo que TÚ quieres es el compromiso concreto,
vital y generoso de llevar el evangelio a la vida.
.
De mostrar con el ejemplo lo que hay, corazón adentro.
Te pusiste en mi camino y me encontré a Tu lado.
Las palabras escritas hace tanto se hicieron vida nueva
y propuesta de cambio y de entrega.
Me acostumbré a buscarTe en la noche,
tarde o al amanecer, temprano,
para encontrar esa frase que abriese horizonte
y despertase a la utopía.
.
Me acostumbré a buscarTe para encontrar la luz sencilla y penetrante que ayuda a entender
desde la mirada del Reino,
que es tan distinta...que implica tanto...
que compromete a tanto...
Dame fuerzas para ser fiel a Tu palabra.
Dame fuerzas para ser fiel a mis hermanos.
Dame fuerzas para vivir con coherencia el evangelio a diario.
.
Me encontré con Tu palabra.
Me la mostraron muchos, que me enseñaron,
a ver lo bueno de la vida,
para mantenerlo y hacerlo crecer,
y a ver lo malo de la vida,
para arrancarlo de raíz y hacerlo bueno.
Te escuché, Te escucho y Te respondo:
"Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad
y vivir como me enseñás".
Dame fuerzas, Señor, dame fuerzas para lograrlo.
.
Marcelo A. Murúa
Buenas Nuevas.com