EL Rincón de Yanka: 12 RAZONES PARA CELEBRAR EL 12 de OCTUBRE DÍA DE LA HISPANIDAD

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jueves, 13 de octubre de 2016

12 RAZONES PARA CELEBRAR EL 12 de OCTUBRE DÍA DE LA HISPANIDAD




SALUTACIÓN DEL OPTIMISTA

Rubén Darío, marzo 1905
Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda, 
espíritus fratemos, luminosas almas, ¡salve! 
Porque llega el momento en que habrán de cantar nuevos himnos 

lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los ámbitos;
mágicas ondas de vida van renaciendo de pronto; 
retrocede el olvido, retrocede engañada la muerte; 
se anuncia un reino nuevo, feliz sibila sueña 
y en la caja pandórica, de que tantas desgracias surgieron 
encontramos de súbito, talismánica, pura, rïente, 
cual pudiera decirla en su verso Virgilio divino, 
la divina reina de luz, ¡la celeste Esperanza!

Pálidas indolencias, desconfianzas fatales que a tumba 
o a perpetuo presidio condenasteis al noble entusiasmo, 
ya veréis al salir del sol en un triunfo de liras, 
mientras dos continentes, abonados de huesos gloriosos, 
del Hércules antiguo la gran sombra soberbia evocando, 
digan al orbe: la alta virtud resucita 
que a la hispana progenie hizo dueña de siglos.

Abominad la boca que predice desgracias eternas, 
abominad los ojos que ven sólo zodíacos funestos,
abominad las manos que apedrean las ruinas ilustres, 
o que la tea empuñan o la daga suicida. 
Siéntense sordos ímpetus en las entrañas del mundo, 
la inminencia de algo fatal hoy conmueve la Tierra; 
fuertes colosos caen, se desbandan bicéfalas águilas, 
y algo se inicia como vasto social cataclismo 
sobre la faz del orbe. ¿Quién dirá que las savias dormidas 
no despiertan entonces en el tronco del roble gigante 
bajo el cual se exprimió la ubre de la loba romana? 
¿Quién será el pusilánime que al vigor español niegue músculos 
y que el alma española juzgase áptera y ciega y tullida? 
No es Babilonia ni Nínive enterrada en olvido y en polvo, 
ni entre momias y piedras reina que habita el sepulcro, 
la nación generosa, coronada de orgullo inmarchito, 
que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas, 
ni la que tras los mares en que yace sepultada la Atlántida, 
tiene su coro de vástagos altos, robustos y fuertes.

Únanse, brillen, secúndense tantos vigores dispersos; 
formen todos un solo haz de energía ecuménica. 
Sangre de Hispania fecunda, sólidas, ínclitas razas,
muestren los dones pretéritos que fueron antaño su triunfo. 
Vuelva el antiguo entusiasmo, vuelva el espíritu ardiente 
que regará lenguas de fuego en esa epifanía. 
Juntas las testas ancianas ceñidas de líricos lauros
y las cabezas jóvenes que la alta Minerva decora, 
así los manes heroicos de los primitivos abuelos, 
de los egregios padres que abrieron el surco pristino, 
sientan los soplos agrarios de primaverales retornos 
y el amor de espigas que inició la labor triptolémica.

Un continente y otro renovando las viejas prosapias, 
en espíritu unidos, en espíritu y ansias y lengua, 
ven llegar el momento en que habrán de cantar nuevos himnos.

La latina estirpe verá la gran alba futura: 
en un trueno de música gloriosa, millones de labios 
saludarán la espléndida luz que vendrá del Oriente,
Oriente augusto, en donde todo lo cambia y renueva 
la eternidad de Dios, la actividad infinita. 
Y así sea Esperanza la visión permanente en nosotros. 
¡Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda!




Madre Patria 
Día de la Hispanidad
Homenaje a España y las naciones de la Hispanidad, con música y letra de María Purificación García Herguedas y las banderas de todas las naciones.

*
12 RAZONES PARA CELEBRAR 
EL 12 de OCTUBRE

1. Todas las naciones tienen su día, y este es el de la tuya. No es una celebración política, sino emotiva.
2. Nuestra lengua y cultura son las más influyentes del Mundo.
3. Somos 700 millones de hermanos hispanoamericanos, con mucho más en común de lo que creemos.
4. Los Reinos de España y los de América se encontraron en plena Edad Media, y algunos lucharon. Los más se unieron a los españoles como libertadores de los grandes imperios mesoamericanos. A pesar de ello, tras unos 40 años iniciales a los que se denomina Conquista, el resto, hasta casi TRES SIGLOS, hizo que ciudades como México, superaran en todo a Londres, París o Berlín. Fuímos, juntos, la mayor potencia mundial y la más avanzada en derechos humanos, ciencia, educación, obras civiles y artes.
5. Isabel de Castilla firmó las PRIMERAS LEYES HUMANITARIAS del mundo, reconocidas como tales por las Naciones Unidas en la actualidad.
6. Las legislaciones de los sucesivos reyes reincidieron en la protección de los indígenas, la prohibición de la esclavitud y de privarlos de sus tierras. La inspiración cristiana, desde Isabel y Fernando, certificó que los habitantes de los nuevos territorios de Indias eran súbditos y hermanos en la fe igual que cualquier otro español.
7. Se respetaron los fueros, propiedades y leyes ancestrales de los pueblos indígenas, salvo aquellas que suponían sacrificios humanos y antropofagia.
8. En el momento de las independencias, el imperio dejó en tierras americanas 32 universidades, muchas de las cuales aún existen.
9. Se ha demostrado científica e históricamente que las inmensa mayoría de las muertes de indígenas se debieron a enfermedades portadas involuntariamente por los peninsulares.
10. Centenares de conquistadores que violaron las leyes de protección a los indios fueron detenidos, devueltos a España, y ajusticiados por ello.
11. Las culturas americanas, por mucho que nos gusten y atraigan por su enorme magnetismo, no conocían ni siquiera la rueda, muchas tampoco la metalurgia ni la escritura, y los historiadores calculan que su retraso cultural superaba los 2.000 años con respecto a Europa y China. No había allí, salvo llamas en los Andes, ningún animal doméstico grande para consumo de carne. Reses, caballos, cerdos, ovejas, cabras y burros, llevados por los españoles, salvaron la vida a poblaciones enteras y lo siguen haciendo.
12. El propio Alexander Von Humboldt, escribió, en el esplendor del Imperio, que jamás había visto en todo el mundo una sociedad tan feliz como la nuestra. Somos la única cultura transracial, hay hispanos de todos los colores.

No creas lo que te digo, búscalo en los libros serios de historia. Nos han engañado los que nos envidian.

¡Feliz Día de la Hispanidad!
Un aullido.



Día de la Raza (Columbus Day, o “Día de Colón” en los Estados Unidos).


“Colón debe ser ensalzado, porque al hacerlo estamos ensalzando la civilización occidental. Pero sus críticos no quieren concederle tal honor porque lo que realmente quieren es denigrar los valores de la civilización occidental y glorificar el primitivismo, el misticismo y el colectivismo que permea las culturas tribales de los indios americanos.”

Para los “políticamente correctos” el 12 de octubre no es motivo de celebración. Al contrario, ven la llegada de Cristóbal Colón en 1492 como una ocasión para estar de luto. Han llorado, han atacado, y han intimidado a las escuelas en Estados Unidos para que sustituyan las celebraciones del Día de Colón con días de “diversidad étnica”. La opinión políticamente correcta es que Colón no descubrió América, porque ya había gente viviendo aquí durante miles de años. Peor aún, se dice, el principal legado de Colón es muerte y destrucción. Colón es habitualmente vilipendiado como un símbolo de la esclavitud y el genocidio, y la celebración de su llegada se equipara con la celebración de Hitler y el Holocausto. 
Los ataques a Colón no presagian nada bueno, porque el verdadero objetivo de sus atacantes es la civilización occidental.¿Colón “descubrió” América? Sí, en todos los aspectos importantes. Eso no quiere decir que ningún ojo humano había visto América antes de que Colón llegara; quiere decir que Colón llevó América a la atención del mundo civilizado, es decir, a las crecientes civilizaciones científicas de la Europa Occidental.
El resultado, en última instancia, fueron los Estados Unidos de América. Fue el descubrimiento de Colón para Europa Occidental lo que llevó a la afluencia de ideas y personas sobre las que se fundó esta nación, y sobre las que todavía descansa. La apertura de América trajo las ideas y los logros de Aristóteles, Galileo, Newton, y de los miles de pensadores, escritores e inventores que siguieron.

Antes de 1492, lo que hoy es Estados Unidos estaba escasamente habitado, sin usar y sin desarrollar. Sus habitantes eran principalmente cazadores y recolectores, vagando por la tierra, con una precaria vida de subsistencia diaria. Durante miles de años no hubo prácticamente ningún cambio, ningún crecimiento. Con raras excepciones, la vida era rigurosa, brutal y corta: no existía la rueda, ni el lenguaje escrito, ni la división del trabajo; había poca agricultura y escaso asentamiento permanente, aunque sí había interminables y sangrientas guerras. Fueran cuales fueran los problemas que la vilipendiada cultura occidental trajo, también trajo enormes e inimaginables beneficios, sin los cuales la mayoría de los indios de hoy serían infinitamente más pobres o ni siquiera estarían con vida.

Colón debe ser ensalzado, porque al hacerlo estamos ensalzando la civilización occidental. Pero sus críticos no quieren concederle tal honor, porque lo que realmente quieren es denigrar los valores de la civilización occidental y glorificar el primitivismo, el misticismo y el colectivismo que permea las culturas tribales de los indios americanos. Denuncian la glorificación de Occidente como “eurocentrismo”. Según ellos, debemos abandonar nuestra reverencia por la civilización occidental y sustituirla por el multiculturalismo, considerando a todas las culturas como moralmente iguales. Pero éstas, de hecho, no lo son.

Algunas culturas son mejores que otras: una sociedad libre es mejor que la esclavitud; la razón es mejor que la fuerza bruta como forma de tratar con otros hombres; la productividad es mejor que el estancamiento. De hecho, la civilización occidental representa el hombre en su cúspide. Representa los valores que hacen posible la vida humana: la razón, la ciencia, la autosuficiencia, el individualismo, la ambición, el logro productivo. Los valores de la civilización occidental son valores para todos los hombres: trascienden género, raza y geografía. Debemos honrar la civilización occidental, no por la razón etnocéntrica de que algunos de nosotros por coincidencia tenemos antepasados europeos, sino porque es la cultura objetivamente superior.

Detrás del colectivismo político de la chusma que está contra Colón hay una visión racista de la naturaleza humana. Afirman que la identidad de cada uno es principalmente étnica: si uno piensa que sus antepasados eran buenos, supuestamente se sentirá bien consigo mismo; si piensa que sus antepasados eran malos, supuestamente sentirá odio hacia sí mismo. Pero eso no funciona; los logros o fracasos de sus antepasados son absolutamente irrelevantes para el valor real de cada individuo como persona. Sólo la falta de sentido de la propia individualidad le lleva a uno a buscar en otros lo que pasa por un sentido de identidad. Ni las obras ni las faltas de otros son las de uno, y uno no puede ni aceptar crédito ni culpa por lo que otro haya decidido hacer. No hay logros raciales ni fracasos raciales, sólo logros individuales y fracasos individuales. Uno no puede heredar valor moral ni vicio moral. La “autoestima por medio de otros” es una contradicción.

Ahí está la farsa de “preservar el patrimonio de uno” como un objetivo racional en la vida. Ahí está el cruel engaño de la “educación multicultural” como antídoto contra el racismo: ella seguirá creando más racismo.

El individualismo es la única alternativa al racismo políticamente correcto. Debemos reconocer que cada persona es una entidad soberana con poder de elección y con juicio independiente. Ése es el valor incuestionable de la civilización occidental que ha de ser proclamado con orgullo.

Por Michael S. Berliner, Ph.D., Profesor del Ayn Rand Institute
Traducido, editado y publicado por Objetivismo.org con permiso del autor. Derechos reservados.

12 DE OCTUBRE, 
¡FELIZ DÍA DE LA HISPANIDAD!

Para todos aquellos iletrados 
que hablan de genocidio. 

12 Octubre día de la Hispanidad










Catolicismo e Hispanidad, ¿dos caras de la misma moneda? Con Gabriel Calvo Zarraute

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