EL Rincón de Yanka: ADORAR Y CANTAR A LA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO

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martes, 5 de septiembre de 2017

ADORAR Y CANTAR A LA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO


Adorar al Espíritu Santo 

Un gran amigo de Guadalajara, México, estando un día en oración sintió la necesidad de ADORAR al ESPÍRITU SANTO con algún canto de alabanza, intentó recordar alguno y no pudo, Saben porque????, simplemente, no encontró en su cancionero carismático ninguna composición de "adoración" al Espíritu Santo.
Habían, muchos cantos pidiendo su venida, iluminación, unción o dones!!! Es triste reconocerlo, pero aún en la Renovación Carismática, que nos jactamos de "conocer" y hasta "poseer" al Espíritu Santo, solo lo invoquemos para hacerlo emerger y conseguir "algo" de Él. 
Detengámonos en algunas de estas canciones: "Ven, Espíritu de Dios, Ven envuélveme en tu amor, ven, Espíritu de Dios ven a mi, Úngeme, Cúbreme, Sáname, lléname. Apodérate de mí....etc." 
¡Ni siquiera le agradecemos lo que nos da y hace por nosotros, mucho menos le adoramos con ese tipo de canciones!

Visité recientemente una librería evangélica y escuché algunos casetes, y ¿adivinen qué?, este descuido musical abarca también a nuestros hermanos esperados. ¿Cómo la ven?

Meditando sobre la importancia del Santo Espíritu de Dios y su lugar en la definición dogmática de la Trinidad en nuestra Iglesia Católica, constaté con sorpresa que al Padre y al Hijo se les adora como tales, dándoles el lugar preponderante que les corresponde, pero no así al Espíritu Santo que "parece" relegado y subordinado a los dos primeros.

En las Sagradas Escrituras el mismo Jesús dice con respecto al Espíritu Santo: "Pero el Espíritu Santo, el Defensor que el padre va a enviar en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho" (Jn 14,26)"Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga y le hará saber las cosas que van a suceder. Él me honrará a mí, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes. Todo lo que el Padre tiene es mío también; por eso dije que el Espíritu recibirá de lo que es mío y se los dará a conocer a ustedes" (Jn 16,13-15)

La Pneumatología, o teología del Espíritu Santo, nos dice, con respecto a estos textos, que el Espíritu es un don del Padre por petición del Hijo y enviado para glorificar al Hijo. Es en este aspecto donde podemos decir que el Espíritu Santo no ha venido para hablar de sí mismo, sino para guiarnos a la Verdad y Glorificar al Hijo. Pero esta afirmación puede atentar contra el Credo Niceno-Constantinopolitano que afirma:
"Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y el Hijo, que con el Padre y el Hijo RECIBE UNA MISMA ADORACION Y GLORIA y habló por los profetas..."
La presencia del Espíritu Santo es determinante para la vida de la Iglesia, hoy y en toda su historia. Fijémonos en lo siguiente:

Se perdonara al que peque contra El Padre, lo mismo al que lo haga contra el Hijo, pero no así al que peque contra el Espíritu Santo.

Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén

El Espíritu de Dios se movía al inicio en las aguas fecundándolas con toda clase de vida.
El Espíritu Santo habló a través de los profetas para enseñar y prevenir a los hombres de la ira del Señor.
Jamás ejecutó una sentencia de escarmiento contra alguien o alguna nación (siempre el encargado de estos menesteres fue el Ángel Exterminador).

Ungió a Nuestro Rey Jesucristo cuando descendió en forma de paloma cuando fue Bautizado por el Bautista.
Llenó con su poder a los Apóstoles en Pentecostés y gracias a su predicación y testimonio hoy conocemos a Jesús.
Iluminó a los Evangelistas y autores sagrados. 
En el Nombre de Jesús pero por su medio es que tenemos los Carismas que nos mantienen fieles. 
Habita en nosotros y nos guía hacia la salvación. 
Inspiró a los padres de la iglesia y Concilios contra las herejías. 
Inspiró e inspira la Magisterio de la Iglesia. 
Es quien convierte el pan y vino en Cuerpo y Sangre de Cristo. 
Entra a morar en el cristiano por el Bautismo. 
Marca con su sello en la Confirmación. 
Unge a los diáconos, presbíteros y obispos en el Orden. 
Lleva nuestras oraciones al Padre.
Hoy la Iglesia vive y se mueve por el Espíritu Santo. Él, no corrige, aconseja, no sentencia, intercede, no sabe sino hacer puros favores y regalos. Sabiendo todo esto, creo que es justo que comencemos, los laicos de nuestra Iglesia Católica a tomar la iniciativa y dejar de ir a la saga de los evangélicos; comenzar una etapa donde ADOREMOS a la Santísima Trinidad dentro de la Renovación Carismática Católica. Es hora que nuestros Ministerios de Música creen canciones y alabanzas de ADORACIÓN al Espíritu.
¡Es el momento para que en nuestras asambleas y grupos de oración equilibremos un poco nuestra Adoración!

Estoy convencido que así como al Padre no le molesta que "adoremos" a su Hijo a Jesús; de hecho nadie va al Padre sino a travé Hijo, pero tampoco nadie va al Hijo sino a través del Espíritu que convence de pecado (Jn 16,8-9); así también debemos "adorar" al Espíritu Santo. Quiero dejar en claro que no estoy restándole importancia a Jesús nuestro Señor, sino dándole al Espíritu Santo la adoración y gloria que le corresponde, como lo dice el Credo, junto al Padre y al Hijo.

¡Que en este, que es el Año del Espíritu Santo, los Católicos tomemos la iniciativa y la creatividad para darle al Espíritu Santo el lugar que le corresponde!

* Padre Charly García es ViceRector del Seminario San Jose de Tacna, Perú. 
Este articulo fue escrito en colaboracion con Ignacio Michel O. de Guadalajara, Mexico.



ORACIÓN DE ADORACIÓN 
AL ESPÍRITU SANTO

“Gloria a Ti, Espíritu Santo, 
mi Dios infinito y bello. 
Señor deslumbrante, vestido de inmensa luz. 
Esta pequeña criatura quiere adorarte 
y reconocer Tu grandeza. 
Me postro ante Ti Señor, 
y te pido que toques mi corazón, 
que abras mis labios 
y me regales el don de saber adorarte.
No permitas, Dios mío, 
que me encierre en mis preocupaciones y penas, 
no dejes que mi boca se llene sólo de lamentos. 
Ayúdame a salir de mí mismo para alabarte a Ti, 
que eres digno de toda alabanza, 
mi Dios y mi Señor amado. 
Santo Eres, Bendito Seas, 
alabado y glorificado seas por Tu hermosura, 
por Tu fuerza, por Tu bondad, por Tu inmensa paz. 
A Ti sea la gloria por siempre.
Señor, quiero entregarme a la vida, 
porque también hoy estaremos juntos. 
Estarás conmigo, Espíritu Santo, 
y con Tu amistad yo puedo enfrentar 
todo lo que suceda. 
Podré ver en todo lo que me suceda 
una oportunidad, un sueño, un desafío.
Escucho Tu invitación a la vida, 
y quiero decirte que sí, Espíritu Santo. 
Aunque he vivido muchos días grises, 
llenos de fracaso, hoy quiero intentarlo 
una vez más, para que todo lo que me suceda 
pueda ser transformado por Tu amistad.
Ven Espíritu Santo.
Amén.”

"Ven Espíritu Santo, inspírame, 
porque quiero alabarte. 
Abre mi corazón y elévalo en Tu presencia, 
para que Te adore con sinceridad y gozo.
Tú eres Dios, infinito, sin límites, sin confines. 
Te adoro. 
Tú Eres simple, Único, sin mezcla de oscuridad, 
ni manchas, ni mentiras. 
Te adoro.
Tú estás en todas partes, penetrándolo todo, 
llenándolo todo con Tu presencia. 
Te adoro.
Tú Eres belleza pura, 
y bañas con Tu luz todo lo que tocas. 
Te adoro.
Tú Eres amor, amor sin egoísmo alguno, 
amor desinteresado, amor libre. 
Te adoro.
Ven Espíritu Santo, 
para que pueda adorarte 
cada día, 
para que no me mire permanentemente 
a mí mismo y sea capaz de reconocer 
Tu claridad hermosísima, 
Tu perfección incomparable, 
Tu esplendor, Tu gracia, Tu maravilla, 
Tu encanto eterno.
Ven Espíritu Santo.
Amén."

Jesús, Luz mía, Jesús, mi Guía,
Te amo porque me has enseñado el Camino.
Espíritu Santo, 
mi Santo Compañero y mi Amigo,
Tú que susurras en mi oído 
consejo, sabiduría y consuelo,
Te amo porque has permitido
que mis ojos vean
y que mis oídos escuchen.
Te adoro porque me has resucitado
y Te has convertido,
oh Dulce Maná del Cielo,
en mi Pan de cada día.
Tú has consolado mi alma afligida y desgraciada;
Tú me cuidas en este desierto
y estás atento a mis necesidades;
Tú estás inspirando en llama rugiente
Tus Dones a toda la humanidad,
para Gloria de la Santísima Trinidad;
concédenos a todos la gracia de consagrarnos
a obedecer Tus estatutos
y que Tu Ley sea nuestra delicia.
Amén.

"Espíritu Santo, 
que trabajas secretamente en nuestros corazones 
y nos impulsas con delicadeza al amor, 
ayúdame a descubrir las cosas bellas 
que haces en los demás. 
Ayudame a estar más atento a las cosas positivas 
que realizas en los hermanos, 
para que no me detenga tanto a lamentar 
los defectos ajenos, 
para que no crea que todo es demasiado negro.

Abre mis ojos e ilumíname con tu presencia, 
para mirar a los demás con bondad y alabarte 
por todo lo que haces en ellos. 
Te adoro, Espíritu, 
porque siempre descubro algo de Ti 
en la hermosura de Tu obra, 
en lo que realizas en el mundo, 
en los sacramentos, en las virtudes, 
en los dones, en los carismas 
y en las inspiraciones que vienen de Ti. 
Te adoro por los momentos de amor sincero 
que me hiciste vivir, 
tocándome por dentro. Alabado seas, 
Espíritu sublime. 
Te adoro con todo el corazón. 
Amén."

"Espíritu Santo, Tú Eres vida, 
Tú Eres necesario para mí como el aire que respiro. 
Te doy gracias por el don de la vida, 
porque es maravilloso existir. 
Permíteme respirar contigo, Señor.
Te adoro Espíritu Santo, 
porque así como el aire me rodea y penetra en mí, 
así también estoy rodeado por Ti, 
me envuelves con Tu presencia, 
lleno de vida en plenitud y de pura alegría, 
me penetras con Tu gracia 
y me transformas con Tu presencia.
¡Gloria a Ti, Señor, Espíritu de vida!
Junto con el aire que sale de mis pulmones, 
llévate todo lo que no me hace feliz, 
arroja fuera de mí toda impureza, 
expulsa todas mis angustias y tristezas, 
todos mis rencores y malos recuerdos, 
todo egoísmo y mala intención. 
Llévate todo Dios mío, 
y déjame sólo Tu Gracia, Tu vida. 
Quédate Tú invadiendo todo mi ser 
y reinando en mí con Tu gozo 
en medio de mis tareas.
Amén."


TE AMO ESPÍRITU SANTO

CANCIONES DEL REINO - EL ESPÍRITU SANTO

FUEGO SUAVE

EN HONOR AL ESPÍRITU SANTO